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Cuando una persona tiene dolor en el brazo izquierdo, enseguida se asusta pensando que puede ser del corazón. Pero no es así, no siempre tiene relación con el corazón, el dolor en el brazo puede venir de muchas otras cosas. En algunas ocasiones nos puede doler solamente un brazo, y en otras nos pueden doler los dos.

Este tipo de dolor en el brazo izquierdo, suele ser más común en mujeres que rondan los 40 años de edad. El dolor puede ser constante y leve o bien punzante y agudo.

Cuando una persona sufre éste tipo de dolor, tiene que acudir al médico para que le diagnostique las causas del problema, y le pueda dar un tratamiento acorde con lo que tiene.

El dolor en el brazo izquierdo puede durar meses considerándose crónico, o también puede durar periodos de tiempo cortos considerándose pasajero. Si el dolor es progresivo puede llegar a debilitar el brazo y volverse crónico. Este tipo de dolor puede afectar cualquier parte del brazo desde la mano hasta el hombro.

1. Causas del dolor en el brazo izquierdo.

-Ataque en el corazón: El ataque al corazón o ataque de miocardio surge por una mala circulación de la sangre en el organismo. Esta mala circulación provoca una falta de oxígeno en los músculos del corazón matando todas las células que se encuentran en músculo cardíaco.

El ataque al corazón puede venir mientras estamos haciendo una actividad física o mientras estamos en reposo, corremos el mismo riesgo de una manera u otra.

En ocasiones las emociones intensas también pueden causar un ataque al corazón, que en ocasiones puede ser mortal.

Una mala circulación puede provocar un coágulo de sangre en una de las arterias coronarias del corazón, espasmos y contriciones severas, dando lugar a un ataque al corazón.

Los síntomas de un ataque al corazón empiezan por un dolor agudo en el pecho muy similar a un aplastamiento intenso debajo del esternón que va avanzando hacia el brazo izquierdo, la espalda, y la mandíbula.

-Angina de pecho: La angina de pecho esta relacionada con una reducción del flujo sanguíneo y oxigeno en el corazón, es una enfermedad de la arteria coronaria. Los síntomas más comunes son dolor, pesadez, opresión, y ardor en el pecho, que va avanzando hacia el hombro, brazo, cuello, y mandíbula de la parte izquierda.

-Ataque de pánico por estrés: Cuando una persona tiene mucho estrés causado por la vida que lleva, por situaciones que no puede controlar, o por otras muchas causas, puede desarrollar un ataque de pánico. El ataque de pánico se puede confundir con un ataque al corazón, ya que la persona que lo sufre tiene síntomas muy parecidos tales como, sudoración, palpitaciones, dolor en el pecho que se irradia hacia el brazo izquierdo. La mayoría de la gente que padece esta afección, cuando van a la consulta del médico para que les examinen, les diagnostican problemas psicológicos y no cardíacos.

-Mala circulación: Una mala circulación en el brazo puede ser motivo de dolor. La mala circulación puede ser causada por someter al cuerpo a temperaturas muy frías, a roturas en el brazo, una mala alimentación faltando nutrientes en el organismo, formación de coágulos en la sangre, y la ingesta de ciertos medicamentos.

-Mala postura al dormir: En muchas ocasiones nos dormimos en una mala posición presionando el brazo con nuestro cuerpo, provocando una mala circulación, dolor y hormigueo en la zona oprimida. Por ello tenemos que coger una buena posición al dormir para que esto no ocurra.

-Efectos secundarios de muchos fármacos: Muchos medicamentos pueden provocar dolor, hormigueo, picazón y pesadez en los brazos. Si esta tomando medicación y nota uno de estos síntomas, lea atentamente las contraindicaciones de las pastillas que toma y consulte a su médico.

-La mastectomía o extirpación de la mama: Las mujeres que han sufrido cáncer de mama, y les han tenido que extirpar la mama izquierda, pueden desarrollar un dolor hacia el brazo izquierdo.

-Lesión del nervio: Si estiramos demasiado el nervio del brazo izquierdo podemos lesionarnos y llegar a romperlo. Normalmente esto ocurre a gente que practica deportes de contacto. Dependiendo de cómo sea la lesión de grave, puede curarse por si misma, o bien tendremos que recurrir a la cirugía.

-Rotura de brazo: Una rotura del brazo, muñeca, o mano, puede dar lugar a un fuerte dolor en el brazo. Tiene que ir urgentemente al médico a que le practique una radiografía y le de un tratamiento.

-Lesión en los ligamentos: Cuando estiramos demasiado los ligamentos del brazo, podemos provocarnos un esguince. Este tipo de lesión se cura haciendo reposo, e inmovilizando el brazo, de esta manera evitará el dolor en el brazo.

-Lesión de manguito rotador: El hombro esta formado por una serie de músculos llamados manguito de los rotadores. Cuando se nos dañan o inflaman los músculos o tendones que forman el manguito rotador nos puede causar un dolor severo en el brazo. Si nos lesionamos en esta zona, tenemos que tomar analgésicos y acudir a un fitoterapeuta para aliviar los dolores.

-Tendinitis: La tendinitis es la inflamación de los tendones, en este caso serian los tendones que unen los músculos, al hueso del hombro. La tendinitis puede surgir por movimientos repetitivos en el hombro, o una lesión repentina. Esta afección se conoce como codo de tenista, codo de golfista, hombro de nadador, hombro del lanzador.

2. Tratamientos para el dolor en el brazo izquierdo

-Tratamiento para un ataque al corazón: En el caso de padecer un ataque al corazón, tiene que actuar de manera muy rápida y llamar a los servicios de emergencia, de lo contrario podría llegar a la muerte. Los servicios de emergencia intentaran que la sangre circule de manera normal y llegue al corazón.

Los médicos pueden suministrar medicamentos para disolver los coágulos de sangre, y facilitar que la sangre llegue bien al corazón.

También pueden practicar un procedimiento quirúrgico llamado angioplastia, para ensanchar arterias y ayudar a fluir mejor la sangre hacia el corazón.

Otro sistema utilizado es practicar con cirugía un bypass. Esto evitara la obstrucción de las arterias que llegan al corazón, y ayudará a que la sangre llegue sin dificultades al corazón.

-Tratamiento par una angina de pecho: El tratamiento para una angina de pecho, es tomar una serie de medicamentos que le recetará el médico,  para controlar la cantidad de oxígeno que llega al corazón, y prevenir la formación de coágulos de sangre.

La gente que ha padecido esta afección, también tendrá que cambiar hábitos para mejorar la circulación de la sangre del corazón, hacer ejercicio regularmente, reducir el estrés, dejar de fumar, dejar el alcohol.

En algunos casos se tendrá que practicar una angioplastia o cirugía de bypass, para prevenir un posible ataque al corazón.

-Tratamiento para el estrés o ataque de pánico: El tratamiento para evitar el estrés y desarrollar un ataque de pánico, es evitar el estrés innecesario, intentar que las situaciones estresantes no te afecten, aceptar aquellas cosas que no se pueden cambiar, practicar ejercicios de relajación, dedicar tiempo al ocio, seguir un estilo de vida saludable, hacer ejercicio regularmente, dormir bien, evitar el alcohol, evitar fumar, con todas estas pautas evitaremos tener estrés y desarrollar ataques de pánico.

-Tratamiento para la mala circulación: Para prevenir el dolor de brazo izquierdo causado por una mala circulación, tendremos que cambiar de hábitos alimenticios y seguir una dieta saludable rica en nutrientes. Recomendamos tomar Vitaminas y suplementos alimenticios para mejorar la función que tienen los vasos sanguíneos en nuestro organismo.

También aconsejamos llevar ropa cómoda que no apriete, en el invierno protegerse bien del frió, no tomar café, hacer ejercicio, masajear el brazo con aceite caliente, evitar el alcohol, evitar fumar, de esta manera conseguiremos tener los vasos sanguíneos en perfecto estado y no estreñirlos.

Si pasados unos días sigue teniendo una mala circulación en el brazo, tendrá que acudir a un médico para que le diagnostique el origen del problema, ya que estos síntomas podrían ser una indicación de alguna enfermedad.

3. Cuando acudir al médico.

No todas las personas que sufren de dolor en el brazo izquierdo tienen que tener un problema en el corazón. En ocasiones puede ser causado por un mal gesto, posturas incorrectas al dormir e otras cosas sin importancia.

Tenemos que acudir al médico cuando:

-Cuando el dolor es repentino y severo.

-Si el dolor se acompaña de una sensación de plenitud.

-Si siente una opresión en el pecho.

-Si ha tenido una lesión.

-Se se ha fracturado el brazo.

-Si con medicación el dolor no persiste.

Normalmente nos preocupamos mucho más de tener los dientes sanos que de tener unas encías fuertes y saludables. Las caries nos preocupan mucho y las encías no les damos tanta importancia.

Las encías desempeñan un papel muy importante en nuestro organismo, ya que mediante su estado podemos averiguar como estamos de salud.

Cuando las encías sangran y se inflaman, tenemos que prestarles especial atención, ya que podría significar que tiene una enfermedad en ellas, por tanto tiene que acudir a un dentista para que le diagnostique el origen del problema.

2. Como minimizar la inflamación y sangrado de las encías.

-Con el cepillo de dientes cepillar las encías: Cuando nos limpiamos los dientes con un cepillo de dientes, tenemos que prestar atención al cepillado de las encías. Las encías están hechas de tejidos delicados, por ello tenemos que cepillarlas de manera correcta. Un mal cepillado podría dañarlas e inflamarlas.

Aconsejamos utilizar cepillos de dientes de cerdas de nylon suaves, para evitar el sangrado y enrojecimiento de las encías. Mucha gente utiliza cepillos de cerdas duras o medianas para cepillarse los dientes, pero con este tipo de cepillos es probable que deteriore el esmalte de los dientes y las encías.

Al cepillarse los dientes tiene que hacer movimientos circulares para limpiarlos, y no dañar las encías. No se tiene que cepillar con movimientos hacia delante y hacia atrás, ya que puede perjudica la salud de las encías, irritándolas y haciéndolas sangrar. El movimiento correcto es de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, pasando el cepillo por las encías y terminando por los dientes.

-Utilizar hilo dental: El hilo dental es muy importante para eliminar la placa y suciedad de los lugares en los que el cepillo de dientes no ha podido alcanzar. Cuando utilice el hilo dental tiene que hacerlo con especial cuidado, para evitar el sangrado de las encías. No tiene que forzar la entrada del hilo dental entre los dientes, tiene que hacerlo con suavidad y cuidado, hacia arriba y hacia abajo, llegando hasta final de la encía siguiendo la curva.

-Tener una buena alimentación: En muchos casos la inflamación y sangrado de las encías, es causa de una mala alimentación. Tenemos que comer equilibrado y saludable.

-Evitar el tabaco y alcohol: La gente que consume alcohol y fuma tabaco tienen más problemas de gingivitis, ya que el tabaco ensucia los dientes y contribuye en la formación de placas en los dientes.

-Enjuagues bucales de calidad: Intente utilizar enjuagues bucales de buena calidad, ya que muchos contienen gran cantidad de alcohol y dañan las encías.

-Revisar los fármacos que esta tomando: Si el médico le ha recetado medicación y la toma regularmente, lea bien el prospecto ya que hay medicamentos que inflaman las encías, sobretodo los que recetan para el corazón.

3. La enfermedad de las encías, gingivitis y periodontitis.

-La gingivitis: La gingivitis aparece cuando las personas no tienen una buena higiene dental, las bacterias en la boca proliferan formando placa en los dientes. Estas bacterias son las causantes de la inflamación y enrojecimiento de las encías, conllevando al sangrado. En muchos casos la gingivitis no es dolorosa, simplemente el paciente tiene las encías enrojecidas e inflamadas, si se coge a tiempo puede curarse con una correcta higiene diaria, pero si no se trata la infección irá avanzando hasta provocar una periodontitis.

-La periodontitis: La periodontitis es una enfermedad mucho más grave que la gingivitis, ya que en ésta puede perder los dientes. Primero el paciente padece una gingivitis, luego la enfermedad progresa y se desarrolla la periodontitis, por ello cuando tenga síntomas de  inflamación y sangrado de encías tiene que acudir rápidamente al dentista para evitar el desarrollo de una periodontitis.

La periodontitis es una enfermedad de las encías, que pasa a los huesos que sostienen los dientes. Cuando estos  huesos quedan afectados, los dientes no tienen una buena base y se debilitan y caen. Todo esto pasa por que las bacterias que tenemos en los dientes proliferan liberando sustancias tóxicas que dañan las encías y los huesos de la boca.

4. Causas de la aparición de la gingivitis.

-Por bacterias: La causa principal de la gingivitis es por bacterias. Una mala higiene de la boca provoca la aparición de placas de sarro en la boca y bacterias. Estas placas proliferan y dañan las encías provocando la inflamación y sangrado de estas.

-Mal cepillado: Un mal cepillado de las encías también nos puede provocar una gingivitis, ya que si las cerdas del cepillo son duras y cepillamos mal la encía provocaremos hinchazón y sangrado de la zona.

-Mal uso del hilo dental: Si no utilizamos bien el hilo dental, corremos el riesgo de dañar las encías.

-Embarazo: Las mujeres embarazadas, sufren muchos cambios hormonales, por ello pueden experimentar una gingivitis pasajera.

-Diabetes: La diabetes no controlada puede provocar gingivitis.

-Ortodoncias: Las personas que quieren tener los dientes bien alineados, recurren a ponerse ortodoncias. Las ortodoncias suelen provocar gingivitis, ya que los hierros irritan las encías.

Prótesis: La gente que tiene prótesis en los dientes tales como coronas y puentes, son más propensas a desarrollar gingivitis.

-Medicamentos: Hay medicamentos que provocan gingivitis, antes de tomar ciertos medicamentos, siempre consultar al médico y leer atentamente las contraindicaciones.

-Cambios hormonales: Durante la etapa de la pubertad puede desarrollarse una gingivitis recurrente.

5. Cuando buscar atención médica.

-Cuando notemos que los dientes no nos encajan bien, y al morder notemos molestias.

-Formación de bolsas de líquido entre los dientes y encías.

-Si nos sangran las encías después de cepillarlas.

-Si nos notamos los dientes flojos.

-Si notamos el desplazamiento de algún diente.

-Mal aliento.

-Mal sabor de boca.

-Encías rojas.

-Encías hinchadas.

-Úlceras bucales.

-Encías de color púrpura o rojas.

-Si tiene sangre en el cepillo de dientes.

6. Tratamiento y prevención para el dolor de encías.

Para tratar el dolor de encías y prevenir la aparición de una gingivitis, tiene que acudir al dentista para que le practique una limpieza de boca para eliminar la placa que se le haya podido formar. El médico utiliza unos instrumentos para raspar la placa pegada en los dientes.

Una vez practicada la limpieza de boca, el médico le dará una serie de instrucciones para mantener la boca sana y evitar la formación de sarro e inflamación de encías.

-Cepillarse bien los dientes de arriba hacia abajo, y con movimientos circulares, nunca de lado a lado.

-Utilizar seda dental para eliminar los restos de porquería que el cepillo no ha podido eliminar.

-Dos veces al año practicar una limpieza bocal con un profesional.

-Si tiene problemas en las encías, practicar una limpieza bocal profesional con más frecuencia.

-Utilizar enjuagues bucales antibacterianos no agresivos para las encías.

El hígado es un órgano muy importante, que desempeña muchas funciones en nuestro organismo, tales como desintoxicar el organismo, producir hormonas, intervenir en el proceso de digestión, proporcionar energía al cuerpo, y muchas otras cosas más. La gente que tiene el hígado mal, padece de muchas enfermedades y en ocasiones mortales. Las enfermedades hepáticas normalmente provocan dolor en el hígado, por ello es muy importante saber que causa el dolor de hígado para poder tratarlo lo más rápido posible. Lo tenemos situado en el lado derecho del abdomen, debajo de las costillas, con una forma triangular.

1. Síntomas del dolor de hígado.

El hígado es uno de los órganos más importantes en el proceso de digestión, ya que es el encargado de descomponer los alimentos y transformarlos en energía, y de eliminar las toxinas que tenemos en la sangre.

-Infecciones: La gente que tiene enfermedades hepáticas, sufre de muchas infecciones que a su vez afectan a las células del cuerpo, a los tejidos y al propio hígado. En muchas ocasiones las infecciones pueden provocar que el hígado deje de funcionar.

-Dolor en la zona de los riñones: El dolor hepático se confunde en muchas ocasiones con el dolor de riñones, dolor abdominal o dolor de espalda, ya que el hígado esta situado en esa zona. El dolor hepático empieza en la parte derecha de la espalda debajo de las costillas y suele ser constante.

-Otros síntomas muy frecuentes: Erupciones en la piel, picazón, manchas de color marrón, piel amarillenta, ojeras, picazón y blanqueamiento en los ojos, sudoración excesiva, mal olor corporal, heces pálidas, pedida de peso, dolor que se extiende hacia el hombro, orina oscura, síntomas gripales y dolor abdominal en la parte superior derecha.

2. Síntomas graves del dolor hepático.

Si tiene los síntomas que describimos a continuación tiene que acudir urgentemente a un médico.

-Dolor intenso y persistente.

-Alucinaciones.

-Confusión.

-Problemas de memoria.

-Desmayos.

-Fatiga extrema.

-Vómitos de sangre.

-Fiebre.

-Dolor de hombro.

-Dolor en el abdomen superior derecho acompañado con falta de respiración.

-Trastorno de la alimentación.

-Dolor al respirar.

-Dolor al toser.

3. Causas del dolor de hígado.

a) Ingerir demasiado acetaminofén (Paracetamol): Cuando una persona ingiere demasiado paracetamol o acetaminofén puede causar lesiones al hígado. El acetaminofén o paracetamol es una sustancia analgésica que se encuentra en muchísimos medicamentos en el mercado para tratar el dolor de cabeza, alergias, dolores musculares, y muchas cosas más.

b) Cáncer de hígado: El cáncer de hígado se detecta cuando la enfermedad ya está muy avanzada. Se produce por un crecimiento anormal de las células del hígado. Para prevenir esta enfermedad, se tiene que evitar el desarrollo de una cirrosis hepática o de una hepatitis, ya que la gente que padece de estas afecciones tienen más posibilidades de tener cáncer de hígado.

Síntomas: Se agranda el hígado provocando dolor, hay una perdida importante de apetito y de peso acompañado de una gran debilidad y fatiga, náuseas y vómitos, dolor abdominal superior derecho, decoloración de la piel acompañado de un emblanquecimiento de los ojos.

Tratamientos: Inyectar alcohol a los tumores, transplante de hígado, quimioterapia, radioterapia, criocirugía y otros muchos tratamientos que considere el médico.

c) Ingerir demasiado alcohol: Este fenómeno también se conoce como cirrosis hepática. Esta afección sucede con la ingesta desmesurada de alcohol durante años.

Síntomas: La gente que sufre de cirrosis hepática sufre síntomas tales como, confusión, dolor abdominal, fatiga, sed, ictérica, fiebre, náuseas, perdida del apetito, aumento de peso, agitación, heces negras con sangre debido al sangrado en los intestinos y esófago , palidez, dificultad de concentración, movimiento lento, moratones fáciles, cálculos biliares, orinar de color marrón, picor en pies y manos, desarrollar una diabetes con resistencia a la insulina, desarrollar un cáncer de hígado, sensibilidad a la medicación, y otros muchos más síntomas.

Tratamiento: El tratamiento para esta enfermedad, es dejar de consumir alcohol por muy difícil que le resulte al paciente. Tiene que ir a terapias de ayuda, y tomar medicamentos para facilitar el funcionamiento correcto del cuerpo durante el periodo de abstinencia.

Consumir alimentos saludables ricos en calorías, carbohidratos y proteínas, acompañados con una buena tanda de complementos vitamínicos, también ayudan a combatir esta enfermedad.

En el caso de que el hígado este muy afectado y ya no funcione, la solución es practicar un trasplante de hígado.

d) Quistes hepáticos: Los quistes hepáticos, no comportan ningún riesgo para la salud. Se tratan de quistes llenos de líquido que pueden crecer y causar molestias.

Síntomas: Molestias y dolor en el abdomen del lado derecho. Los quistes hepáticos que crecen y no se han detectado nunca pueden causar infección de las vías biliares y agrandamiento del hígado acompañado de dolor.

Tratamiento: El médico receta una serie de medicamentos para reducir los quistes, en el caso de que no se reduzcan pueden eliminarse.

e) Fibrosis hepática: Cuando una persona ingiere mucha cantidad de alcohol y desarrolla una cirrosis hepática, como consecuencia se genera la fibrosis hepática, que es la última fase de la cirrosis hepática. En esta enfermedad se forman tejidos fibrosos y nódulos, que provocan una mala circulación sanguínea en el hígado, destruyendo poco a poco.

Síntomas: Cansancio, dolor abdominal, perdida de peso acompañada de perdida de apetito, picor en pies y manos, formación de venas rojas debajo de la piel, orina de color oscura, piernas hinchadas.

Tratamiento: Si la persona es fumadora y consume alcohol, tiene que dejar de hacerlo de inmediato para frenar la degeneración del hígado. Se recomienda consumir alimentos saludables bajos en grasa y hacer deporte con regularidad, evitar la ingesta de analgésicos tales como la aspirina o ibuprofeno.

f) Hepatitis: La hepatitis es la inflamación del hígado causado por daños en las células hepáticas. Existen varios tipos de hepatitis tales como la, A, E y la B. En el caso de padecer de hepatitis B, se aumentan los riesgos de padecer cáncer de hígado.

Síntomas: Los síntomas incluyen orina oscura, fiebre, diarrea, dolores musculares, agrandamiento del hígado, vómitos, fiebre.

Tratamiento: El médico le rectará una serie de fármacos para tratar y curar la enfermedad, entre ellos antivirales.

g) La enfermedad del hígado graso: La enfermedad del hígado graso consiste en tener un índice demasiado elevado de grasa en el hígado. Este tipo de enfermedad normalmente la padecen gente con sobrepeso, gente que tiene diabetes, colesterol alto y también puede ser  hereditario. 

Síntomas: Los síntomas pueden ser varios, fatiga, perdida de peso acompañada de perdida de apetito, nauseas, debilidad, orinar de color oscuro, dolor abdominal, y otras muchas cosas más.

Tratamiento: El tratamiento para reducir la grasa del hígado es aumentar la actividad física y hacer una dieta equilibrada. En los casos más graves en los que no hay solución un transplante de hígado puede solucionar el problema.

h) Colangitis esclerosante primaria: Se trata de la inflamación de los conductos biliares. Esta inflamación hace que se formen tejidos fibrosos en el hígado.

Síntomas: Fatiga intensa, síntomas de cirrosis, infección del conducto biliar.

Tratamiento: El médico le recetará una serie de medicamentos para tratar la infección de los conductos biliares. Si con los medicamentos no se arregla el problema, se puede recurrir a cirugía y hacer un transplante de hígado.

El dolor, pese a que es un síntoma detestado y odiado por todos, es una herramienta de comunicación que utiliza nuestro cuerpo para avisarnos de que existe algún problema que debemos solucionar, que algo anda mal y que necesita nuestra atención. El dolor también actúa como mecanismo de defensa impidiendo por ejemplo que apoyemos la mano sobre una placa de cocina caliente. Al momento el dolor nos avisa y nos hace reaccionar… Luego no será tan malo sentir dolor.

Pero existen diferentes tipos de dolor que son más desagradables y que por desgracia toca aguantar durante mucho más tiempo que lo que dura la mano sobre el fuego, como son por ejemplo las picaduras de una abeja, o romperse un hueso, o una enfermedad crónica que nos mantenga en reposo sin poder movernos.

A pesar de que el dolor es diferente y su sensación se expresa de manera distinta según sea la persona, si que es posible realizar una clasificación y poder enumerar los distintos tipos de dolor que existen y las características que hacen que podamos distinguirlos unos de otros.

Veamos los distintos tipos de dolor y sus diferencias:

1 – Dolor agudo y dolor crónico:

Una forma de clasificar el dolor es por la duración. El dolor agudo generalmente aparece repentinamente y tiene una duración limitada. Sus causas frecuentemente se basan en daño en tejidos o huesos, trastornos musculares, fallo en algún órgano, e incluso ansiedad emocional.

El dolor crónico en cambio dura mas tiempo que el agudo y por lo general, suele ser mas resistente a los medicamentos. Este tipo de dolor se asocia con las enfermedades largas o crónicas, como el caso de la fibromialgia, la artritis o artrosis y en muchas ocasiones se relaciona y se atribuye a daños en los propios nervios transmisores del dolor.

Ambos dolores debilitan a la persona y pueden llegar a desanimar al paciente, logrando que aparezcan otras enfermedades asociadas a dicho dolor, como son el caso de las depresiones, las ansiedades, y las angustias que únicamente logran empeorar la situación.

El 70 % de las personas que se tratan con medicamentos para aliviar el dolor crónico suelen experimentar lo que se denomina “dolor irruptivo” que aparece fugazmente incluso cuando el medicamento está en pleno efecto

2 – Tipo de daño causado.

Otra manera de clasificar el dolor se basa en el tipo de daño que se tiene y que provoca ese dolor. Las dos clasificaciones principales son el dolor por daño en un tejido, conocido como “dolor nociceptivo”, y el dolor causado por daño en el nervio, llamado “dolor neuropático”.

Una tercera clasificación podría ser la que se basa en el “dolor psicogénico” que es aquel que se desarrolla por causas psicológicas, que en origen podría deberse a un dolor físico, pero que la mente estimula gracias a factores como la depresión, el estrés o la ansiedad.

3 – Tipo de tejido

El dolor también se clasifica en función del tejido involucrado o por la parte del cuerpo afectada en cada caso. Por ejemplo el dolor muscular, el dolor en las articulaciones, dolor en el pecho, dolor en la espalda…

Localizando las distintas partes donde se focaliza el dolor, se utiliza la palabra “síndrome”. Por ejemplo el síndrome del dolor miofacial que hace referencia al dolor situado en los músculos, como la fibromialgia.

La mayoría de dolores provienen de daños en los tejidos. El dolor se debe principalmente a una lesión en el tejido, pero también puede proceder de una lesión en el hueso o en un órgano interno. Estas lesiones pueden provenir de enfermedades como el cáncer o provenir de lesiones físicas como golpes, huesos rotos, o heridas abiertas.

Este dolor puede ser fugaz e intenso o puede ser constante. Muchas veces el dolor empora cuando el paciente se mueve, se rie, tose, e incluso con la respiración.

4 – El dolor causado por daño del nervio

Los nervios son como cables eléctricos que transmiten señales. Entre estas señales están las del dolor que circulan desde la zona afectada hasta el cerebro. Cuando el nervio está dañado, puede transmitir una señal de dolor equivocada o transmitirla durante un tiempo erróneo que no tenga nada que ver con el daño original. A menudo el daño en el nervio procede de enfermedades como la diabetes, por medicamentos como la quimioterapia, por accidentes cerebrovasculares e incluso por infección por VIH.

Se denomina “dolor neuropático” y se suele describir como un ardor o una picazón en la zona. Otras personas lo describen como una descarga eléctrica y otras como un hormigueo o una sensación punzante.

Algunos casos de dolor neuropático causados por nervios dañados son:

–        Síndrome del dolor central: Dolor crónico en el sistema nervioso central y que puede afectar a una gran parte del cuerpo o a áreas más pequeñas como las manos o los pies.

–        Síndrome de dolor regional complejo: Dolor crónico que puede derivar en lesión grave y que se describe como un ardor persistente acompañado de cambios de coloración de la piel o hinchazones.

–        Dolor neuropático periférico diabético: Daño en nervios de los pies, piernas, manos y brazos cuyo origen reside en la enfermedad diabetes y que se experimenta como quemazón, dolor punzante o hormigueo.

–        La culebrilla o neuralgia post-herpética: Dura más de un mes y procede del virus herpes.

–        Neuralgia del trigémino: El nervio facial se inflama y pueden aparecer destellos de dolor en labios, frente, ojos, nariz encías, mejillas, mentón, e incluso en un lado entero de la cara.

El dolor precordial es una molestia o dolor que se siente en la parte del pecho en la que se sitúa el corazón.

Las personas que padecen de dolor precordial siempre tienen temor de sufrir un ataque al corazón. Pero el dolor precordial puede venir por muchas causas, algunas pueden ser inofensivas y otras pueden ser muy serias, todo dependerá de la causa.

Tenemos que tener en cuenta que en la zona del pecho se sitúan varios órganos tales como el corazón, los pulmones, el esófago, los músculos, las costillas, nos nervios, y los tendones, por ello el dolor precordial no siempre significa que tenga que venir del corazón, también puede venir de otros órganos. En ocasiones este dolor se puede extender del pecho hacia el cuello, abdomen o espalda.

1. Causas de padecer dolor precordial.

-La angina de pecho o un ataque al corazón: Uno de los síntomas más comunes de padecer dolor precordial es sentir rigidez, opresión, aplastamiento o dolor en la zona del pecho. El dolor puede extenderse hacia el brazo, hombro, mandíbula o espalda.

-Desgarro en la pared de la aorta: El vaso sanguíneo que lleva la sangre desde el corazón al resto del cuerpo puede causar un dolor muy fuerte en el pecho y espalda si se desgarra.

-Pericarditis: La inflamación en el saco que rodea el corazón, causa dolor en la parte central del pecho.

-Problemas pulmonares: La gente que padece de afecciones pulmonares, normalmente suelen tener dolor en la parte torácica.

-Embolia pulmonar: Tener un coágulo de sangre en el pulmón, causa dolor de pecho.

-Neumotórax: Es un colapso del pulmón causado por una perforación en un pulmón o en la caja torácica.

-Neumonía: La gente que padece de neumonía tiene un fuerte dolor precordial que empeora al tomar aire o al toser.

Pleuresía: Es la inflamación del revestimiento que envuelve al pulmón. La gente con pleuresía tiene dolor precordial agudo que incrementa al tomar aire o al toser.

-Por un ataque de pánico: Cuado tenemos un ataque de pánico solemos respirar rápidamente, teniendo dolor precordial.

-Costocondritis: Es una inflamación del cartílago que conecta las costillas al esternón. Uno de los síntomas de tener costocondritis es el dolor precordial.

-La culebrilla: Es una enfermedad que afecta a los nervios provocando dolor y ampollas por donde sale. Se conoce como herpes de zóster, y está causada por el mismo virus que la varicela zóster. Causa dolor agudo con hormigueo en un lado del pecho, y se extiende desde el pecho hasta la espalda.

-Tensión de los músculos: Cuado se nos tensionan los músculos y tendones que se encuentran entre las costillas, solemos tener dolor precordial.

-Espasmos o estrechamiento del esófago: Si sufrimos de espasmos o estrechamiento del tubo que lleva el alimento desde la boca hasta el estomago, podemos tener dolor precordial.

-Tener cálculos biliares: Los cálculos biliares causan dolor, y empeoran después de las comidas. La gente que sufre de cálculos biliares suele tener dolor precordial.

-Acidez, reflujo, úlcera, y gastritis: La gente que padece de estas afecciones, tienen dolor precordial.

2. Lista de cosas que tenemos que recordar cuando sufrimos de dolor precordial.

Si sufrimos de dolor precordial, antes de acudir al médico tenemos que recordar si el dolor era muy fuerte, si cambiaba de lugar, en que costado del pecho le dolía, si el dolor se extendía hacia los omoplatos, si el dolor era insoportable o moderado, si tenia punzadas agudas en la zona del pecho, si le vino de manera repentina, si el dolor aumentaba poco a poco, si el dolor se extendía hacia el brazo, cuanto tiempo le duraba el dolor, a que hora le vino el dolor y si siempre le venia a al misma hora, si tenia opresión en el pecho, en que momento notó una mejoría, si tomo alguna medicación para aliviar el dolor, si al descansar noto mejoría, si empeoraba al respirar o toser, y muchas otras cosas mas que en ese momento podía recordar.

3. Cuando acudir al médico.

Para la mayoría de los casos de dolor precordial, aconsejamos acudir al médico para que nos examine y nos diga el origen del dolor precordial.

En este apartado le facilitaremos una serie de síntomas por los que tiene que acudir al medico de inmediato, tales como presión en el pecho, dolor fuerte en el pecho que se extiende hacia el brazo izquierdo, dolor fuerte en el pecho que se extiende hacia los omoplatos, dolor en el pecho acompañado de  falta el aire, si tiene las pulsaciones aceleradas, si el dolor en el pecho le causa mareos y sudoración, si tiene tos acompañada de flemas amarillas, si el dolor precordial dura más de tres días.

4. Exploración del médico.

El médico le examinará y le preguntará si tiene familiares con enfermedades cardiacas, ya que el riesgo de padecer ataques de corazón, suele ser hereditario. El médico le preguntará si fuma, si consume sustancias narcóticas, si tiene el colesterol alto, como tiene la presión arterial normalmente, y si sufre de diabetes, ya que también son causas de ataques cardíacos

5. Como saber si se tiene una angina de pecho.

Si repentinamente siente un dolor muy agudo en el pecho, que cada vez se vuelve más intenso, y que dura más de lo normal, puede sospechar que esta sufriendo una angina de pecho. Los síntomas aparecen estando en reposo, con un dolor precordial muy agudo, acompañado de dificultad al respirar.