Desde hace ya varias décadas, el parto sin dolor es una realidad demostrada científicamente. En 1998, aparece un estudio publicado en la revista “America Journal of Nursing” (98:10-11) que trata concretamente sobre el manejo del dolor durante el proceso del parto.
El estudio es realizado por CL. Pasero y por R. Britt que recojen la experiencia sólo en Estados Unidos, de hasta 45.000 mujeres que dan a luz en partos sin dolor.
1 – ¿Qué quiere decir un parto sin dolor?
Cuando se habla de un parto sin dolor, no quiere decirse que la parturienta no sienta nada, igual que si estuviera anestesiada. Al contrario, se refiere a un parto en el que se siente cada paso que el niño da para nacer. La madre se concentra en respirar y gestionar minuto a minuto las sensaciones, siempre con el objetivo final de que se trata de algo positivo y que al final del proceso le espera el regalo más deseado. Se ha de distinguir el dolor que produce el cuerpo cuando algo va mal, por ejemplo en caso de enfermedad, o en caso de una herida abierta, con el dolor que produce el cuerpo para traer, en este caso, una nueva vida al mundo.
Cuando te rompes una pierna, sientes dolor porque la pierna tiene un fallo. No existirá otro alivio que tomar analgésicos, y la mente se concentrará en pesar, cuando dejará de dolerme, para volver a mis tareas diarias. Pero para el caso de un parto, el resultado es el milagro de una nueva vida, y este hecho suele ser suficiente motivación, como para olvidar el dolor, y concentrarte en que dentro de poco tiempo estaré abrazando a mi bebe, acurrucado en mis brazos, y esta sensación será de tal bienestar que la mente será capaz de eliminar el dolor durante el proceso del parto.
2 – Cambio de comportamiento
El cambio que ha de tener la madre que quiere un parto sin dolor, es más un cambio de mentalidad que un cambio físico. Ha de concentrarse en sus propias emociones, en sus pensamientos y en su propia confianza.
En ocasiones, las mujeres llegan al parto con una gran carga emocional arrastrada desde la infancia y estimulada por distintas fuentes de comentarios negativos, ya sean amigas, madres, tías, que hacen que la preparación hacia el parto se base en el miedo y la preocupación. Con estos sentimientos, difícilmente se puede llegar a cumplir el parto sin dolor.
De la misma manera que un atleta se entrena para una carrera de fondo, la mujer se ha de entrenar, cuerpo y mente, para un parto sin dolor. Su sistema de creencias debe experimentar un cambio total mejorando en positividad preparando la mente para el éxito. La madre puede ayudarse de técnicas como el Yoga, la meditación, y por supuesto, la hipnosis.
3 – La hipnosis
Se trata de cambiar en nuestra mente el miedo y la incertidumbre por alegría y emoción positiva, y es aquí donde entra en juego la ayuda de un terapeuta profesional. Se trata de vencer el miedo, la preocupación, el estrés, y ganar confianza en sí misma.
Se necesita un equilibrio perfecto en el que el cuerpo, la mente y el alma descansen en armonía obteniendo un bienestar físico, relajación mental y confianza emocional.
Las técnicas de auto hipnosis consiguen liberar el miedo y las tensiones del parto hasta que la futura madre deje de temerlo para desearlo y esperar que llegue cuanto antes. Como hemos dicho antes, no es que no vaya a sentir nada, sino que tendrá una mejor gestión de cada sensación, sin llegar a perder el control de cada paso y del objetivo final.
Los miedos son los encargados de poner el cuerpo en tensión, y un cuerpo tensionado produce dolor. La adrenalina tensará los músculos y el subconsciente, al igual que ante un peligro de la naturaleza, se pondrá en alerta y se preparará para la reacción “Luchar o huir”. Con el miedo y el dolor por todo el cuerpo, se segrega una hormona llamada catecolamina que ante una respuesta de miedo, cierra el cuello del útero y prepara el cuerpo para una posible huida. Este proceso no facilita el parto, al contrario, podemos decir, que el dolor y el miedo lo dificultan aún más.
¿Por qué tener miedo? La mente debería estar concentrada en el nacimiento de un nuevo ser, de un regalo buscado y ansiado. La mente debe estar motivada, esperanzada y feliz por lo que está a punto de suceder, y no temerosa y asustada. Muchas mujeres, solo por el hecho de entrar en un hospital, ya cambian su percepción, comienzan a ponerse nerviosas, e impiden el correcto proceso mental y físico de un parto sin dolor.
4 – Autohipnosis
Dependiendo de cada persona, puede conseguir entrenarse por usted misma, sin ayuda de nadie más para alcanzar un estado de relajación apto para el parto, pero en ocasiones, la futura madre tiene un sistema de creencias y un miedo tan arraigado que se hace necesaria la ayuda de un profesional.
Debemos estar dispuestas a cambiar algunos aspectos de nosotras mismas para conseguir nuestro objetivo. Nuestro papel como madre a menudo dependerá de lo que nuestro subconsciente piensa sobre quiénes somos, qué es lo que esperamos de nosotras mismas, sobre qué papel jugó nuestra propia madre en la vida, y el resto de información que hemos recibido de amigas, parientes, libros…etc.
Mira en tu interior, conócete a ti misma, y sabrás si serás capaz de transformar el miedo y el dolor en placer y esperanza.
Buena suerte