Tipos de dolor y su clasificación

El dolor, pese a que es un síntoma detestado y odiado por todos, es una herramienta de comunicación que utiliza nuestro cuerpo para avisarnos de que existe algún problema que debemos solucionar, que algo anda mal y que necesita nuestra atención. El dolor también actúa como mecanismo de defensa impidiendo por ejemplo que apoyemos la mano sobre una placa de cocina caliente. Al momento el dolor nos avisa y nos hace reaccionar… Luego no será tan malo sentir dolor.

Tipos de dolor

Pero existen diferentes tipos de dolor que son más desagradables y que por desgracia toca aguantar durante mucho más tiempo que lo que dura la mano sobre el fuego, como son por ejemplo las picaduras de una abeja, o romperse un hueso, o una enfermedad crónica que nos mantenga en reposo sin poder movernos.

A pesar de que el dolor es diferente y su sensación se expresa de manera distinta según sea la persona, si que es posible realizar una clasificación y poder enumerar los distintos tipos de dolor que existen y las características que hacen que podamos distinguirlos unos de otros.

Veamos los distintos tipos de dolor y sus diferencias:

1 – Dolor agudo y dolor crónico:

Una forma de clasificar el dolor es por la duración. El dolor agudo generalmente aparece repentinamente y tiene una duración limitada. Sus causas frecuentemente se basan en daño en tejidos o huesos, trastornos musculares, fallo en algún órgano, e incluso ansiedad emocional.

El dolor crónico en cambio dura mas tiempo que el agudo y por lo general, suele ser mas resistente a los medicamentos. Este tipo de dolor se asocia con las enfermedades largas o crónicas, como el caso de la fibromialgia, la artritis o artrosis y en muchas ocasiones se relaciona y se atribuye a daños en los propios nervios transmisores del dolor.

Dolor crónico

Ambos dolores debilitan a la persona y pueden llegar a desanimar al paciente, logrando que aparezcan otras enfermedades asociadas a dicho dolor, como son el caso de las depresiones, las ansiedades, y las angustias que únicamente logran empeorar la situación.

El 70 % de las personas que se tratan con medicamentos para aliviar el dolor crónico suelen experimentar lo que se denomina “dolor irruptivo” que aparece fugazmente incluso cuando el medicamento está en pleno efecto

2 – Tipo de daño causado.

Otra manera de clasificar el dolor se basa en el tipo de daño que se tiene y que provoca ese dolor. Las dos clasificaciones principales son el dolor por daño en un tejido, conocido como “dolor nociceptivo”, y el dolor causado por daño en el nervio, llamado “dolor neuropático”.

Una tercera clasificación podría ser la que se basa en el “dolor psicogénico” que es aquel que se desarrolla por causas psicológicas, que en origen podría deberse a un dolor físico, pero que la mente estimula gracias a factores como la depresión, el estrés o la ansiedad.

3 – Tipo de tejido

El dolor también se clasifica en función del tejido involucrado o por la parte del cuerpo afectada en cada caso. Por ejemplo el dolor muscular, el dolor en las articulaciones, dolor en el pecho, dolor en la espalda…

Localizando las distintas partes donde se focaliza el dolor, se utiliza la palabra “síndrome”. Por ejemplo el síndrome del dolor miofacial que hace referencia al dolor situado en los músculos, como la fibromialgia.

La mayoría de dolores provienen de daños en los tejidos. El dolor se debe principalmente a una lesión en el tejido, pero también puede proceder de una lesión en el hueso o en un órgano interno. Estas lesiones pueden provenir de enfermedades como el cáncer o provenir de lesiones físicas como golpes, huesos rotos, o heridas abiertas.

Este dolor puede ser fugaz e intenso o puede ser constante. Muchas veces el dolor empora cuando el paciente se mueve, se rie, tose, e incluso con la respiración.

4 – El dolor causado por daño del nervio

Los nervios son como cables eléctricos que transmiten señales. Entre estas señales están las del dolor que circulan desde la zona afectada hasta el cerebro. Cuando el nervio está dañado, puede transmitir una señal de dolor equivocada o transmitirla durante un tiempo erróneo que no tenga nada que ver con el daño original. A menudo el daño en el nervio procede de enfermedades como la diabetes, por medicamentos como la quimioterapia, por accidentes cerebrovasculares e incluso por infección por VIH.

Daño neuropatico

Se denomina “dolor neuropático” y se suele describir como un ardor o una picazón en la zona. Otras personas lo describen como una descarga eléctrica y otras como un hormigueo o una sensación punzante.

Algunos casos de dolor neuropático causados por nervios dañados son:

–        Síndrome del dolor central: Dolor crónico en el sistema nervioso central y que puede afectar a una gran parte del cuerpo o a áreas más pequeñas como las manos o los pies.

–        Síndrome de dolor regional complejo: Dolor crónico que puede derivar en lesión grave y que se describe como un ardor persistente acompañado de cambios de coloración de la piel o hinchazones.

–        Dolor neuropático periférico diabético: Daño en nervios de los pies, piernas, manos y brazos cuyo origen reside en la enfermedad diabetes y que se experimenta como quemazón, dolor punzante o hormigueo.

–        La culebrilla o neuralgia post-herpética: Dura más de un mes y procede del virus herpes.

–        Neuralgia del trigémino: El nervio facial se inflama y pueden aparecer destellos de dolor en labios, frente, ojos, nariz encías, mejillas, mentón, e incluso en un lado entero de la cara.

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